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En este breve fragmento, encontramos a Doña Clara y a su sobrino don Esteban Salvatierra de viaje por latitudes más al sur y fuera de la Península, y llegan a la morada de un comerciante musulman de ascendencia española que tiene múltiples negocios con españoles y puede prestarles ayuda:
<<...La mora respondía al nombre de Habiba y, siempre que había hombres en la sala, mantenía su nariz y boca embozadas por un velo de delicado tejido. Los ojos eran bonitos, negros y de grandes pestañas también negras que resaltaban hermosamente sobre la extraña coloración pálida de su piel. Efectivamente, sólo se oyeron de sus labios órdenes suaves dirigidas a sus criadas que éstas obedecían al instante. También conversó un momento con el capitán y él tradujo que preguntaba por la salud. Más tarde, se interesó por nuestro origen y observé que prestaba mucha atención a la musicalidad del acento de Esteban tan distinto a mi acento. Cuando Benítez apareció en la casa, todas las mujeres, hasta su propia esposa, se postraron ante él con sumo respeto y le quitaron las babuchas para que se sentara junto a nosotros y nos diera la bienvenida. Iba vestido a la forma árabe con aquellos pantalones muy anchos y turbante, pero su forma de hablar era muy respetuosa y hablaba un español muy correcto, denotando que se había visto involucrado con los españoles en muchas empresas. Se interesó por nuestro destino y Esteban tuvo a bien explicárselo sin ocultarle nada. - Pues yo creí que doña Clara era su esposa, Salvatierra –dijo sin resquemor–. Ya que son ustedes de similar edad. - Su esposa de usted es también muy joven –contesté sin pensarlo–. No debería sorprenderle que hubiera matrimonios como el suyo en otros lugares. - Yo, a Habiba la compré a su padre por unas tierras y ganado y no me ha dado el fruto que esperaba –contestó y miró a la mujer inquisitivamente. Sabía que ella no entendía nada de lo que estaba diciéndome–. Podría repudiarla y mantener sólo a mi otra esposa, pero no creo que fuera decente hacer eso después de todo lo que sufrió cuando me la traje aquí tan joven. Además, también tendría que repudiar a la otra, porque tampoco me ha dado los hijos que yo ansiaba...>>
Me gusta mucho como escribes, melillense, y te prometo volver por tu blog.
ResponderEliminarUn beso desde Ceuta
Gracias, Guerrero, por tu piropo, es el mejor que podrías hacerme.
ResponderEliminarUn beso para tí también desde Melilla
PD. Me paso por balcones de agua...
...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
M.E.SANCHEZ ALMANSA
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE EL NAZARENO- LOVE STORY,- Y- CABALLO, .
José
ramón...
Gracias José Ramón, precioso. ¡Bienvenido! Y yo también te seguiré. Estamos en contacto.
ResponderEliminarUn beso.