A ELLOS LES GUSTA ESTO

martes, 30 de marzo de 2010

FRAGMENTO DE NUEVA NOVELA, EN ESTE CASO NARRATIVA HISTÓRICA


Aquí tenemos un pedacito de la próxima novela que publicaré -si puedo-. Trata sobre el segundo hijo de un señor astur antes de que el reino se anexionara al de León y de sus progresos y aventuras en época tan compleja. Aquí, el joven Favila sólo tiene unos seis o siete años y se ve envuelto en una situación que le marcará para el resto de su vida:
<<...Dircea desapareció a toda prisa entre unos arbustos altos más allá. Sabía que tenía una cita amorosa. Ella siempre andaba con hombres. Unos eran muy jóvenes para ella y otros demasiado mayores. Nunca nos habíamos alejado tanto para uno de sus encuentros, así que imaginé que se trataría de un enamorado nuevo. Ella estaba arrebolada y juguetona. Había estado algo nerviosa durante toda la mañana y cuando le dieron permiso para que me llevara al río a lavarme, una sonrisa enorme le cruzó el rostro. No siempre me llevaba en sus correrías románticas, la mayoría de las veces hacía lo que se le mandaba, sin embargo, hoy había puesto mucho interés en arreglarse el cabello y la túnica y estaba más bonita que nunca, señal inequívoca de que el hombre con el que se había citado le gustaba mucho. Estaba yo a lo mío, cuando un grito de terror me llegó desde el camino que ella había tomado y me levanté de un salto para ver qué le pasaba. Atravesé la espesura verde no sin esfuerzo y saqué mi pequeña daga del cinto. Seguían llegando hasta mí los sonidos ahogados que profería Dircea y cuando accedí a la zona donde ella estaba me quedé petrificado. No había quedado con un único hombre, sino que allí había tres. No eran siervos de mi señor ni tampoco soldados de su mesnada. Eran hombres de nuestro vecino, el señor de Cuéstar, vasallo del rey como mi padre, pero al mismo tiempo, un ladrón y un avezado mentiroso y torturador, aunque jamás había sido castigado por el brazo justo de nuestro rey, don Alfonso, porque le había conseguido muchos triunfos años atrás y les unían lazos de sangre bastante próximos, honor del que carecíamos nosotros, sin embargo mi padre y mi abuelo le habían apoyado mucho antes de que ascendiera al trono en el año de Nuestro Señor 791 y él los había recompensado. Los miserables que tenía ante mis ojos le habían roto los vestidos a Dircea y entre los tres la sujetaban con brutalidad, aunque ella se resistía con fiereza. Pude ver que tenía la cara ensangrentada por algún golpe extremadamente agresivo que, a pesar de todo, no le había hecho perder la consciencia. Uno de los hombres tenía las calzas abajo y la túnica elevada y se mecía con fuerza entre las piernas desnudas de Dircea, provocándole un llanto desgarrador, mientras los otros la aferraban y le espetaban insultos horribles. Dircea terminó desmayándose finalmente. Sentí como los ojos se me llenaban de lágrimas ardientes y apreté la empuñadura de la daga con tanta fuerza que no me di cuenta de que respiraba sonoramente y de que casi estaba gritando de rabia contra los tres desgraciados de Cuéstar...>>

5 comentarios:

  1. Desde luego promete. Me ha gustado mucho el avance.

    Un beso, medio paisana

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  2. Gracias Carlos, un placer entretenerte y sorprenderte...
    Un beso para ti también, aunque no he estado nunca en Ceuta ni en Zamora (espero ir algún día por supuesto), Melilla es hermana de Ceuta con orgullo.

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  3. Ánimo con esa novela, coincido en que el fragmento promete y le época en particular me resulta muy interesante. Un saludo. :-)

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  4. Gracias JLin, mira que te puse hace unos días en mis enlaces porque me gusta mucho tu tablón... Besos

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  5. Lo vi y por eso me acerqué a tu Blog y descubrir que también te gusta escribir así que te "enlacé" yo también.
    Un saludo :-)

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